¿Es mejor implantar un código de vestimenta u optar por uniformes laborales?

Te lo he contado en varias ocasiones en diferentes artículos de este blog: la ropa que lleven tus empleados dice tanto de tu negocio como su decoración, su rótulo o su logotipo. De ahí que deba ser cuidadosamente elegida para transmitir la esencia de tu empresa y proyectar una imagen muy concreta y acorde a su posicionamiento en el mercado.

Ahora bien, muchos empresarios y empresarias que acuden a mi consultoría de imagen me plantean una cuestión que me ha parecido interesante abordar en forma de post: ¿es mejor implantar un código de vestimenta que detalle el tipo de outfits con el que deben acudir los trabajadores o elegir un uniforme corporativo igual para todos? Vamos a analizarlo.

Código de vestimenta

El código de vestimenta de una empresa viene a ser algo así como el dress code que recibes para asistir a algunos eventos como bodas o recepciones.

Suele ser un documento en forma de listado que explica qué tipo de prendas son adecuadas y recomendadas para acudir al puesto de trabajo y cuáles quedan totalmente descartadas por no ir en consonancia con la imagen que se quiere proyectar del negocio. Además de prendas, el código de vestimenta suele recoger también una normativa relacionada con el peinado, el maquillaje y los complementos como pendientes, anillos, piercings…

Uniformidad empresarial

Por otro lado, una empresa puede optar por dar a sus trabajadores un uniforme laboral que constará de diferentes prendas dependiendo de la naturaleza del trabajo y, en muchos casos, del sexo del trabajador. Además, suele existir uno para la temporada de frío y otro para el verano más acorde con las temperaturas. El estilo de los uniformes irá en la línea de la imagen del negocio y, normalmente, juega con sus colores corporativos, logotipo…

¿Qué opción es más adecuada? 

Pues como dirían los gallegos: depende. En primer lugar, el tipo de trabajo será determinante y hará que en muchos casos la elección se tome sola.

Por ejemplo, es más fácil que el equipo comercial de una compañía tenga un código de vestimenta que indique a los empleados y empleadas cómo deben vestirse, qué ponerse y qué no, el estilo principal, el tipo de imagen que deben dar… Sin embargo, para los trabajadores de un centro deportivo o de un restaurante quizás sea más útil contar con una uniformidad empresarial para que el personal sea fácilmente identificable y tengan todos un mismo look corporativo.

También es importante hablar con los trabajadores ya que, en ocasiones, imponer un código de vestimenta puede generar cierto rechazo dentro del equipo que lo siente como una pérdida de libertad. En contra, el uniforme laboral siempre suele ser muy bien recibido, mejora el clima entre compañeros y les ayuda a no perder tiempo eligiendo cada día qué ponerse.

¿Cómo puedo ayudarte?

Pues en primer lugar, puedo ayudarte a tomar una decisión entre las dos opciones. Y después a llevarla a cabo ya que te puedo asistir a la hora de establecer un código de vestimenta claro y flexible que haga que tus trabajadores lo entiendan y acepten, de la misma forma que puedo asesorarte en la elección de los uniformes y ropa de empresa que llevarán tus empleados mientras están en su puesto de trabajo.

Como consultora de imagen profesional llevo mucho tiempo trabajando con empresas de todos los sectores que confían en mí la imagen que quieren que proyecten sus trabajadores. ¡Llámame y hablamos si me necesitas!